El estudio se ha basado en datos procedentes de una muestra de 1.700 hombres y 2.935 mujeres de entre 50 y 85 años de Estados Unidos. “Descontados los casos de abuelos sustitutos, los que son cuidadores principales de sus nietos por diversos motivos, el comportamiento de los abuelos respecto de sus nietos es muy parecido en Europa, Estados Unidos y casi cualquier parte del mundo”, asegura Bruno Arpino, autor principal del estudio.
En el análisis de los datos, los investigadores detectan además que cuando hace un tiempo que cuidan de los nietos se produce un efecto acumulativo de esa sensación positiva de utilidad y rejuvenecimiento. Siempre que no suponga una sobrecarga, claro: “Si son los responsables diarios suele suponer un alto grado de estrés, pero el contacto directo, desde leer un libro a ir a un partido de fútbol juntos, tiene efectos positivos incluso de tipo cognitivo”, asegura Arpino.
Si los nietos aparecen en su vida cuando aún son personas activas, por ejemplo a los 50 años, el efecto es el contrario: estrés, problemas de conciliación y sensación de ser más viejos.
El impacto sobre la edad subjetiva, tanto si es para sentirse rejuvenecidos o para, al contrario, verse más envejecido, es mucho mayor en las mujeres que en los hombres. También son las abuelas las que se encargan con